jueves, 18 de agosto de 2016

Cuatro atletas, dos historias muy diferentes


Quienes visitan este blog, saben que he publicado docenas de imágenes de atletas que entran de la mano a la meta... en carreras populares. Pero que dos corredoras que compiten -competir es aquí el verbo adecuado- representando a su país entren de la manita en meta, me parece una payasada y una falta de respeto al resto de atletas. Sobre todo, cuando ocupan los puestos 81 y 82. Más info

Los Juegos son la máxima expresión de la competitividad en el deporte. Del deseo de victoria. Y lo anterior, no obstaculiza el auténtico espíritu olímpico; sino todo lo contrario. Como el que demostraron la neozelandesa Nikki Hamblin y la estadounidense Abbey D'Agostino. Ambas corrían la semifinal del 5.000 y Hamblin cayó en la pista. D'Agostino no puede esquivarla y cae también. Pero la neozelandesa se levanta y anima a la americana, su rival "¡Estos son los Juegos Olímpicos! ¡Tenemos que terminar!" 

Y así lo hicieron ambas, Y aunque cruzaron la meta en último lugar, los jueces, con muy buen criterio, las clasificaron para la final. Lamentablemente, D'Agostino no podrá correr esa final del 5.000 porque la lesión que sufrió en la caída se lo impide. Pero las dos nos han demostrado la verdadera esencia del deporte, lejos de payasadas de autopromoción.
Abrazo de dos campeonas ;-) Más info

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