miércoles, 31 de diciembre de 2014

Hoy, sin foto

Ayer estuve en Lerma, y hoy intentaré hacer unas fotos medianamente aceptables de la San Silvestre burgalesa. 

Pero ahora no quiero poner fotos, me da pereza. Ahora solo quiero compartir las dudas de un padre que se tiene que enfrentar cada día a sus hijas. Sé que no soy el único... pero esa realidad no me sirve de consuelo.

Algunos dicen que estamos ante la generación mejor formada de nuestra historia... mentira. Sí que es cierto que es la generación que ha tenido los mejores medios a su alcance, pero sobre el resto, me reservo la opinión. Ahora, si miramos su futuro, tal vez tendrían derecho a colgarnos del palo mayor.
Pero no voy a eso.
Voy a que queremos a nuestros hijos y queremos lo mejor para ellos. Y a que nos duele tener que estar discutiendo por cada una de las gilipolleces que pasan cada día. Eso, o darles la razón en todo y satisfacer cada uno de sus caprichos. Soy consciente de que enfoco la realidad con pesimismo. Lo siento.
Sin embargo, siempre hay rayos de esperanza.
Creo que algún día, mis hijas me verán con otros ojos. Y seguro que salgo ganando con el cambio ;-)

Y estoy seguro de que el atletismo nos ayudará a todos; a ellas y a mi. Porque ser capaces de afrontar el frío y la lluvia, sacrificar tantas tardes por el entrenamiento, luchar por esa jodida marca que a veces no se consigue... estoy seguro de que tiene que tener alguna contraprestación.

Quiero que Ana consiga su huequecito, porque temo que deje este deporte. Y quiero que María reencuentre la luchadora que yo sé que lleva dentro. Pero sobre todo, me gustaría que un día, ambas corriesen puramente por el placer de correr. Que transmitiesen ese amor por el espíritu de superación a otros.
No hay corredores grandes y corredores pequeños. Para mí, y lo digo sin con absoluta honestidad, todos son grandes.
Es grande el que llega el primero, porque de ley es reconocer el mérito de los mejores. Y porque tengo la certeza que detrás de cada triunfo hay un enorme esfuerzo. Pero también es grande el que llega justito, al final, después de vaciarse en su carrera.

A mi me gustaría que hijas fuesen de las mejores ¡para qué negarlo! Pero solo pido que sean de las honestas. De ese tipo de atletas que pueden encarar el futuro con ilusión, y mirar al pasado sin bajar la vista, porque saben que siempre dieron lo mejor de si mismas.

P.S. Si eres padre de atleta, creo que comprenderás parte de lo que escribo. A ti te envío mi abrazo en este año de mierda que está a punto de finalizar... y no se hable más.

3 comentarios:

  1. Me has puesto un poco la piel de gallina. Nosotros que ahora empezamos en esto de ser padres son mil y una las dudas y temores que nos asaltan, pero como bien dices, esto de ponerse las zapatillas te curte y te hace "valorar de distinta manera" cosas de la vida. Y a buena cuenta sabemos que es verdad todo lo que has escrito, y eso que estamos en el año 0 y 1 de las vidas de nuestros pekes. Gracias por tus líneas, tanto en la versión de padres aprendices como en la de corredores populares. ¡Que el 2015 esté cargado de buenas noticias, amigo Orcajo!!!

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  2. Si te he puesto la piel de gallina... no te puedes ni imaginar lo que te espera ;-)

    No sé, estoy un poco depre. Pero tengo la certeza de que ser padre una una de las cosas más fantásticas que nos pueden suceder. Y que tenemos que buscar asideros que nos ayuden. Para Marian y para mí, el atletismo es uno de esos apoyos. Así que por ese motivo, alguna vez desbarro escribiendo cosas como ésta.

    ¡Ah! Y mis mejores deseos para ti y tus.. pekes. Les deseo que pasen mucho frío, que se cansen hasta decir basta, que corran bajo la lluvia, que les respeten las lesiones... y que aprendan a querer a sus padres.

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  3. Muchas gracias por esos 'mejores deseos' q nos mandas. Lo de los pekes en plural es repartido entre los miembros de los Jabatos... jejjeje! Menuda locura si fuese yo sólo con varios pekes... locuron!... jajjajja Nosotros también creemos (y les iremos "llevando hacía las zapatillas") que lo que te da el atletismo, independientemente del nivel, no te lo da otros deportes/actividades y bien que te da y enseña para la vida y el día a día.

    Vente arriba, amigo. Los días grises han de pasar y no duraran siempre. Ya se que es facil decirlo y más desde fuera; pero con el coraje adquirido en tantos chaparrones chupados en carreras, entrenos y demás seguro que remonta ese ánimo tuyo.

    Un fuerte abrazo y a comerse el 2015!!!

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