En busca de la ansiada marca

Seiscientos cincuenta kilómetros para que tu hija corra menos de un minuto y cuarenta y tres segundos. No me importa, cada uno emplea su fin de semana en lo que más le apetece.
Ana no ha logrado hoy su objetivo, pero lo ha dado todo sobre la pista. Lo único que me ha fastidiado es que haya que pagar diez euros para que una deportista de catorce años pueda competir. Y me fastidia, no por los diez euros del ala, sino por el mensaje que hay detrás de ese pago. Pero parece ser que es lo que hay.

También he visto a Pablo intentar bajar de los cuatro minutos en el mil quinientos. Esa es una fruta madura que está a punto de caer. Él lo sabe. Tal vez tenga suerte y pueda verle ese día... y los que vendrán después.
Por cierto, algo tendrá el atletismo cuando algunos que peinan canas aún se concentran sobre los tacos esperando el disparo.

P.S. Si pinchas sobre una imagen, la verás con mejor calidad ;-)